Juan José Vasconcellos, Sebastián Giménez y Hernando Mónico están contentos porque regresan al Teatro Mercedes Sosa (San Martín 479), fundamentalmente a presentar su segundo disco, en el que después de distintas experiencias confluyen en el sonido andino. Para el recital de esta noche a las 21, los socios de Club LA GACETA pueden aprovechar la promoción especial de 2x1 en las entradas.
Los músicos salteños, que surgieron en Los Huayras y lo integraron hasta su disolución, formaron en 2019 el grupo Ahyre, junto a Federico Maldonado; cuentan también con la colaboración de Guido Bertini, en percusión y batería.
“Son canciones propias, este disco está compuesto íntegramente de nuestros temas creados en los últimos dos o tres años. ‘ECO’, que salió el 21 de septiembre, está siendo recibido con atención por el público”, le cuenta Mónico a LA GACETA.
Ahyre ganó el premio Gardel 2021 a mejor álbum grupo de folclore, fue consagración del Festival Nacional de Doma y Folklore Jesús María (en 2020). En casi tres años, la banda supera los 35 millones de vistas en YouTube e ingresó al top 20 de las canciones más virales de Spotify Argentina con su sencillo “La Luna” y recibió nominaciones a los Gardel 2022. El primer disco se editó en 2020 con temas como “Bellasombra”, “Perdiste”, y clásicos como “La noche sin ti” y “Si te vas”.
¿Y qué diferencia uno y otro disco?, se le pregunta a Pony Mónico durante la entrevista. “Básicamente la diferencia está en que esta nueva producción resume el momento en que atraviesa el grupo que es de mucha libertad y fluidez, con canciones compuestas por nosotros. Estamos en un momento creativo, con muchas melodías”, responde.
Sin etiquetas
Una y otra vez, el artista repite que intentan no ponerse etiquetas y que tratan de jugar con algo tan maleable y tan lindo como es la música. “Esto nos permite ir pasando de géneros, ritmos, buscando alternativas, sin que importe mucho el límite. ‘ECO’ tiene montón de folclore latinoamericano, mucho de andino y tipos de ritmo, porque no queremos ponernos una frontera en ese sentido”, reflexiona. “Creemos que el concepto medular del disco lo da la cosmovisión andina”, dijo en su momento Vasconcellos a la agencia Telam .
El álbum contiene 12 canciones, y según la crítica especializada tiene una perspectiva ambientalista. Pero Mónico quiere responder sobre esas definiciones.
- ¿Es así que este disco tiene una preocupación por el medio ambiente?
- Hay canciones como ‘Árbol’ que aborda o se trata de momentos personales de cada miembro del grupo, etapas de madurez, y está presente el concepto del cuidado de la naturaleza, del ambiente, del agua; es parte del mensaje de muchas de las canciones. Sí está implícito en muchas letras.
-¿Qué referencias musicales tienen?
- Somos muy diversos a la hora de escuchar música y la conjunción de todos hace una estética sonora, que va construyendo una identidad. Algunos les gusta más el folclore, a otros de rock nacional o internacional… hay muchas influencias dentro de cada uno de nosotros que confluyen en el estilo que se va a creando del grupo como conjunto.
- Si la zamba es tucumana y la chacarera santiagueña, ¿qué tienen los salteños?
- Los salteños podrían decir “hacemos lo mismo”. Aquí hay dos chacareras, pero abordadas desde un lugar muy distinto a lo que se entiende por lo común, pero con respeto a los santiagueños; el resultado es que se escucha la chacarera. Con la zamba pasa lo mismo. En “ECO” hay una reminiscencia de lo andino. Es parte de la búsqueda de lo que se ha dado en este proceso creativo. Hay viajes personales de cada uno que se unen. Y lo característico que atraviesa a todos es lo andino.
- ¿Cómo está recibiendo el público este disco?
- Bueno, es pronto para decirlo. Hicimos recitales en ciudad de Buenos Aires y Santa Fe, el jueves (por ayer) en Jujuy y esta noche en Tucumán. Nos falta mucho de la gira. Vamos notando que la gente lo escucha y los teatros permiten eso, porque son temas que dan para esos espacios, no son para festivales. Hay un contacto con el público. Nosotros hemos ensayado mucho, pero tocar en vivo es otra cosa, la gente fue adoptando lo que hacíamos y es una felicidad para nosotros. Ver la gente prestar atención que el teatro te permite te da mucha felicidad.